PRESCRIPCIÓN DEL EJERCICIO FÍSICO PARA PACIENTES CON DIABETES MELLITUS
La diabetes mellitus comprende un grupo de
enfermedades metabólicas caracterizadas por un nivel alto de glucosa en la
sangre en ayunas (es decir, hiperglucemia) debido a defectos de la secreción de
insulina o a incapacidad del cuerpo para usar la insulina.
La diabetes mellitus de tipo II es causada por la
resistencia a la insulina con un defecto secretor. La diabetes mellitus de tipo
II se asocia con un exceso de grasa corporal.
PRUEBA DE ESFUERZO
-Antes de iniciar un programa de ejercicio, se
someterá a los pacientes diabéticos a un amplio examen médico sobre todo de los
sistemas nervioso, cardiovascular, renal y visual para identificar complicaciones
diabéticas.
-Al iniciar un programa de ejercicio de intensidad
baja a moderada (es decir, actividades físicas que aumenten la FC y la
respiración), tal vez la prueba de esfuerzo no sea necesaria en diabéticos
asintomáticos para ECA y con poco riesgo (<10% de un episodio cardíaco en un
período de 10 años).
- Los diabéticos con ≥10% de riesgo de
un episodio cardíaco en un período de 10 años que quieran iniciar un programa
de ejercicio vigoroso (es decir, ≥60% de la O2R que aumente sustancialmente la
FC y la respiración) tendrán que someterse a una prueba de esfuerzo graduado
(PEG) bajo supervisión médica con monitorización electrocardiográfica.
PRESCRIPCIÓN DEL EJERCICIO FÍSICO PARA PACIENTES CON DISLIPEMIA
Cuando enfermedades genéticas, ambientales o
patológicas alteran anormalmente las concentraciones hemáticas de lípidos y
lipoproteínas, la afección se conoce como dislipemia (niveles anormales de
lípidos y lipoproteínas en sangre).
Aunque el ejercicio haya demostrado mejorar los
lipogramas de muchas personas, estos cambios no son universales, sobre todo en
pacientes con dislipemia. No obstante, el ejercicio se valora por controlar
otros factores de riesgo de ECA y debe ser un componente primario para llevar
un estilo de vida sano. El ACSM apunta las siguientes recomendaciones sobre la prueba
de esfuerzo y el entrenamiento de personas con dislipemia.
PRUEBA DE ESFUERZO
-Las personas con dislipemia deben ser sometidas a una
prueba de detección y a un estudio de estratificación de riesgos antes de pasar
a la prueba de esfuerzo.
-Se adoptarán precauciones cuando se someta a pruebas
de esfuerzo a pacientes con dislipemia, ya que podría haber una ECA subyacente.
-Los métodos y protocolos normativos para la prueba de
esfuerzo son apropiados para pacientes con dislipemia y con autorización para
dicha prueba. Se prestará especial atención a la presencia de otras
enfermedades (p. ej., síndrome metabólico, obesidad e hipertensión) que tal vez
requieran modificaciones de las modalidades y protocolos normativos de la
prueba de esfuerzo.
PRESCRIPCIÓN DEL EJERCICIO FÍSICO PARA PACIENTES CON SÍNDROME METABÓLICO
El síndrome metabólico se caracteriza por una constelación de factores de riesgo de ECA el diagnóstico del síndrome metabólico se establece cuando están presentes al menos tres de los factores de riesgo de ECA.
La razón para rebajar el umbral de los factores de riesgo de ECA usados para clasificar a quienes tienen el síndrome metabólico es que se dan juntos y, por tanto, suponen un riesgo mayor que cuando ocurren solos. Sin embargo, estos criterios se basan en la opinión de expertos. Hasta el momento, no se ha determinado si el síndrome metabólico representa una afección o enfermedad fisiopatológica diferenciada (41). No obstante, el síndrome metabólico aparece con frecuencia en la práctica clínica y en los centros de salud/condición física.
PRESCRIPCIÓN DEL EJERCICIO FÍSICO PARA PACIENTES CON
SOBREPESO Y OBESIDAD
El sobrepeso y la obesidad se caracterizan por un exceso de peso corporal, por lo que habitualmente el IMC se usa como criterio para definir estas afecciones. Cálculos recientes indican que más del 66% de los adultos se clasifican como personas con sobrepeso (IMC ≥25 kg · m-2), un 32% como obesos (IMC ≥30 kg · m-2) y un 5% como extremadamente obesos (IMC ≥40 kg · m-2).
El control del peso corporal depende del equilibrio energético, sobre el cual influye directamente la ingesta y el gasto de energía. Para que una persona con sobrepeso u obesa reduzca el peso corporal, el gasto energético debe superar la ingesta de energía.
PRUEBA DE ESFUERZO
-La presencia de otras comorbilidades (p. ej., dislipemia, hipertensión, hiperinsulinemia, hiperglucemia, etc.) puede aumentar la estratificación de riesgos para las personas con sobrepeso y obesidad, lo cual exige reconocimientos médicos adicionales antes de la prueba de esfuerzo y/o supervisión médica apropiada durante ella.
-Hay que plantearse el tiempo apropiado para usar medicamentos con que tratar las comorbilidades respecto a la prueba de esfuerzo.
-La menor capacidad potencial para el ejercicio de las personas con sobrepeso y obesidad tal vez exija una carga de trabajo inicial baja (2-3 MET) y pequeños incrementos por estadio de prueba de 0,5 a 1,0 MET.
-Debido a la facilidad de la administración de la prueba para el proveedor de atención médica/especialista en ejercicio y el paciente, se planteará el uso de un cicloergómetro (con un asiento de gran tamaño) en vez de una cinta ergométrica.
-Los adultos con sobrepeso y obesos a veces tienen problemas para cumplir los criterios fisiológicos tradicionales de una prueba de esfuerzo máximo, de modo que es posible que los criterios normativos para finalizar la prueba no se apliquen a estas personas.
PRESCRIPCIÓN DEL EJERCICIO FÍSICO PARA PACIENTES CON ENFERMEDADES PULMONARES
Las enfermedades pulmonares suelen provocar disnea y respiración dificultosa con el esfuerzo. Como resultado de la disnea, los pacientes con EP ven limitadaS sus actividades físicas y se produce un des acondicionamiento físico. Por consiguiente, los pacientes con EP experimentan disnea incluso con niveles bajos de esfuerzo físico.
incluso con niveles bajos de esfuerzo físico. El ejercicio es una intervención eficaz que limita el deterioro funcional y la discapacidad en estas condiciones, los efectos beneficiosos del ejercicio ocurren sobre todo mediante adaptaciones de los sistemas musculoesquelético y cardiovascular, lo cual, a su vez, reduce el esfuerzo al que se somete el sistema pulmonar durante el ejercicio.
PRUEBA DE ESFUERZO
-La evaluación de la función fisiológica debe comprender la capacidad cardiopulmonar, la función pulmonar y la gasometría arterial o la saturación arterial de oxígeno (SaO2) por métodos directos e indirectos.
-En ocasiones se necesitan modificaciones de los protocolos tradicionales (p. ej., estadios más largos, incrementos menores y progresión más lenta) dependiendo de las limitaciones funcionales y el inicio temprano de la disnea.
-El modo de la prueba de esfuerzo suele ser caminar o pedalear en una bicicleta estática. Los protocolos de la deambulación tal vez sean más adecuados para personas con enfermedad grave que tal vez carezcan de fuerza muscular para vencer la resistencia creciente de los cicloergómetros. Además, si se opta por una ergometría de brazos, el ejercicio aeróbico con las extremidades superiores puede agudizar la disnea y limitar la intensidad y duración de la actividad.
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